miércoles, 3 de mayo de 2017

Hotel Estanys Blaus de Tavascan.



Ya os hemos contado que gracias a una Family’s box de Kiddy’s World hemos tenido la oportunidad de pasar un fin de semana en el Hotel Estanys Blaus en el Pirineo de Lleida, en Tavascan. Y la verdad es que ha sido una experiencia increíble, genial. Situado en el parque natural del Alt Pirineu,Tavascan es el típico pueblo de montaña, con las casitas de piedra con techo de pizarra, junto a un rio y un lago y con paisajes de película. Las calles empedradas, un puente medieval sobre el rio… lo tiene todo.












 


Pues en medio de este pueblecito se encuentra el Hotel Estanys Blaus, un precioso hotel rural que cuenta con todo lo necesario para hacer de nuestra estancia una experiencia para recordar. 







Es un hotel familiar, pequeño y acogedor. Se encuentra en la entrada del pueblo y está junto al río y las montañas. Su típico diseño de casa rural con paredes de piedra y techos de pizarra lo hacen de lo más autentico. Y sus balconcitos de madera nos invitan a salir, contemplar la belleza del paisaje y desconectar del mundo. Y es que en Tavascan realmente parece que estés en el paraíso. Gozas de paisajes preciosos, oyes el cantar de los pájaros, el murmullo del río y respiras el olor de la naturaleza. Parece realmente que allí el tiempo se haya detindo.

Y como un pueblo tan bonito merecía tener un lugar dónde alojar a todo aquél que quería disfrutar de él nació hace ya muchos años el Hotel Estanys Blaus. Un hotel con estancias acogedoras y con habitaciones amplias y cómodas. Para nosotros nos tenían reservada una habitación cuádruple con dos espacios diferenciados para poder estar los cuatro bien a gusto y con uno de esos preciosos balcones de los que os hablaba con vistas al rio. 

Y aunque estás en medio del valle y hayas ido a Tavascán para alejarte de la gran ciudad y rencontrarte con la naturaleza, si tu trabajo te obliga a “conectarte” en  algún momento o simplemente quieres hacerlo debes saber que el hotel cuanta con wifi gratuito para sus clientes.










Desde el balcón de la habitación, sentado en una silla, solo se oía el sonido del río y los pájaros, y se podía disfrutar de las vistas del bonito jardín del hotel, del río y de las montañas del Pirineo. Salir a primera hora de la mañana a tomar un poco de aire y a contemplar el paisaje es obligado.




Una mención especial se merece el desayuno del hotel, que es elaborado con productos típicos de la tierra con una selección de los mejores embutidos como plato principal. Pero eso no es todo; diferentes tipos de pan, de cereales, de mermeladas, de pastas, de zumos e infusiones harán que empieces el día con mucha energía y buen pie. Y lo mejor es que mientras deleitas este manjar estás en todo momento viendo la montaña y el rió de Tavascan. Un auténtico gozo para la vista y el paladar. 

Para el resto de comidas tienen el Hotel Llac de Cardós, justo enfrente, que ofrece un delicioso menú de comida casera y con productos de proximidad para los más hambrientos en su restaurante o bocadillos, pizzas y platos combinados en su bar. Todo ello en un ambiente de lo más acogedor y rodeado de una preciosa chimenea. 






Además, el hotel cuenta en la planta inferior, a pie de jardin, con una zona con billar y futbolín, y lo mejor es que tiene una piscina climatizada, jacuzzi, sauna y un pequeño gimnasio. Un lujazo del que hemos podido disfrutar con los peques, que se lo han pasado en grande. 









Este fue nuestro punto de partida para un fin de semana fantástico en familia, ya que la oferta de actividades para niños y mayores es interminable. Y des del hotel nos organizaron todas las salidas para que no dejaramos de ver lo más bonito e interesante de la zona. Ellos mejor que nadie conocen Tavascan y los pueblos y lugares cercanos y por lo tanto nos dejamos aconsejar. De hecho el hotel ofrece un servicio de información turistica personalizada y adaptada a cada família, según sus miembros y sus prioriades. Y aparte se encargan de hacer las reservas de todas las actividades y de organizarlo todo.

Y con nosotros acertaron de pleno ya que por la mañana nos aconsejaron ir al Pla de Boaví, en un fantástico paseo junto al rio, precioso, de verdad. Teníamos ganas de probar la mochila portabebés Adventure Pack de Kiddy para ir con el peque de excursión y no pudimos elegir mejor.





Es una salida ideal para ir con niños, muy llana, fácil y espectacular. La caminata dura unos 45 minutos a paso lento (de niños) pero es como os decía completamente llana y vas todo el rato bordeando el río y contemplando la naturaleza en su máxima esplendor. Hacía tiempo que no hacíamos una excursión tan bonita. Y nuestro hijos se lo pasaron genial, en especial el mayor que con sus cinco añitos ya disfruta mucho con la naturaleza.






Por la tarde, tuvimos que decidir qué hacer, si ir a pescar truchas a la piscifactoría, ir a montar a caballo, al parque Aventura, visitar pueblos de la zona… Es tal la oferta que hay que elegir, no se puede hacer todo. Al final nos decidimos por el paseo a caballo, y desde el hotel nos reservaron una ruta en poni para el niño en una hípica muy cercana. Creo que fue la decisión acertada, porque nos lo pasamos en grande, sobretodo el niño, subido en su poni, con la sonrisa permanente en la boca. Le llevamos en él a hacer un paseo por el bonito pueblo d'Esterri d'Àneu y acabamos cruzando un precioso puente que pasaba por el rio del pueblo. 











Y no tuvimos más tiempo pero nos quedamos con las ganas de visitar el Parc Nacional d’Aigüestortes i l’estany de Sant Maurici que está muy cerca.  

Al terminar, nos fuimos a relajar un poco a la piscina del hotel. Es pequeña, no cubre mucho y con el agua calentita, que en abril a esas horas se agradece mucho. Ideal para niños y adultos.

Terminamos el día cenando de maravilla en el restaurante del Hotel LLac de Cardós, y con los niños quedándose fritos en nada más llegar a la habitación. 

La mañana siguiente la dedicamos a visitar un poco el pueblo de Tavascan, que se ve en 10 minutos pero podrías dedicar toda la mañana a contemplarlo. Desde el punto más alto del pueblo se puede ver todo el valle, con el río, el lago, las casitas, las montañas, el cielo y los pájaros. Es una maravilla. 











Cómo veis pasamos un maravilloso fin de semana en un lugar de ensueño con nuestros niños. ¿Qué más podíamos pedir? Ah si! solo una cosa: ¡¡¡VOLVER PRONTO!!! 

Muchas gracias a Xavi y Araceli, los propietarios del hotel, por la manera con la que nos han recibido y el trato dispensado. Y recomendaros a todos que no dejéis escapar la oportunidad de vivir unos días tan mágicos cómo los que hemos vivido nosotros en el Hotel Estanys Blaus de Tavascan con sus gentes, sus ríos, su comida, sus montañas... Una gran maravilla de la naturaleza con un hotel precioso donde os sentiréis como en casa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario